El Parque Nacional de Cahuita es pequeño, sólo tiene 1067 ha., pero rebosa vida, como casi en todo el país. En el itinerario entre la playa caribeña y la laguna salobre, ocultos entre la vegetación, poco a poco aparecían tucanes, martines pescadores y limícolas como el zarapito trinador o el willet, con la suerte de que como está prohibida la caza en toda Costa Rica, las aves soin más confiadas y pueden fotografiarse con sólo un 200 mm.
También los mamíferos son numerosos, pudimos observar las dos especies de perezosos, el mono aullador, el capuchino de carra blanca y distintas ardillas.
También la rana más pequeña que he visto en mi vida, está sobre el dedo meñique y es un ejemplar adulto. El pueblo de Cahuita tampoco tiene desperdicio, con sus cantinas donde la cerveza y los karaokes animan el ambiente.
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