lunes, 28 de junio de 2010

Empusa pennata

Como ya hemos comprobado, en lo pequeño y sencillo se encuentran los mayores tesoros, por ello, desde hace algún tiempo considero que la fotografía macro nos muestra enfoques increibles ante detalles que nos podían pasar desapercibidos. Por ello las orquídeas, anfibios, odonatos o lepidópteros se han convertido en una de mis escenas favoritas y que más recompensas me aportan.
En concreto esta empusa se encontraba acechando las mariposillas que llegaban hasta las flores de un arreate en un jardín de Ouguela, una "pedanía" de Campo Maior. Estaba colgada boca abajo y casi no se distinguía de las ramas que la sujetaban. Esta foto la realicé con Víctor Pizarro, con quien comparto muchos enfoques a través de nuestras cámaras, en concreto esta empusa la divisó él mientra yo fotografiaba a las mariposas que acechaba.

domingo, 27 de junio de 2010

Tortuguero Costa Rica



Las espátulas ponían colorido a las orillas, era fácil descubrirlas en las ramas despejadas que colgaban sobre el agua. Sin embargo los caimanes había que buscarlos en aquellos lugares donde los canales se estrechan y la vegetación de una orilla se toca con la de la otra, su ojos desprenden un brillo especial y hay que estar muy atentos pues desaparecen con suma facilidad.




El Parque Nacional de Tortuguero fue mi primer destino en Costa Rica tras pasar una noche en San José. Tras dejar la carretera, atravesamos pistas kilómétricas hasta llegar a Caño Blanco, donde embarcamos hasta Laguna Lodge. La única forma de llegar es mediante barco pequeños, de poco calado, o en avión (existe una pequeña pista de aterrizaje, aunque creo que el viaje en barca merece la pena). Desde el embarque ya la vegetación exuberante te recibe, las aves no dejan de volar de una orilla a otra sobre los canales y existen continuas señales sobre las boyas advirtiendo de moderar la velocidad de las barcas para no colisionar con los manatíes (que por cierto, ninguno vimos a pesar de intentarlo). Ya la primera noche nos acercamos a ver el desove de las tortugas. Quedas con un guía, te da unas normas (no se pueden llevar linternas ni cámaras de fotos, no se puede hablar en alto ni hacer movimientos bruscos) y nos coloca en zonas donde no molestamos. Los grupos son de 7 a 9 personas, y con emisoras los ojeadores están pendientes de las llegadas de las tortugas a la playa. Cuando llega una y comienza a desovar, entra en trance una media hora o lo que dure el desove, entonces salimos del escondite y nos acercamos a compemplarlo. Tuvimos la suerte de contemplar tres desoves y como volvían las tortugas al mar.






Durante la primera hora de la mañana me dediqué a pasear por la playa caribeña, mi idea era observar las pequeñas tortuguitas intentando llegar a la playa. Lo mismo pensaba el gavilán cangrejero, que desde una palmera acechaba, escudriñando la orilla en busca de este valioso alimento. Entre las ramas cercanas también eran frecuentes los basiliscos, aunque hasta que aprendes a encontrarlos entre la vegetación, resultan casi invisibles.


martes, 22 de junio de 2010

Cocodrilos del Río Tárcoles


Uno de los recorridos que hicimos "por casualidad", fue el del río Tárcoles. No estaba en el programa de viaje, pero el guía Marcos Mendoza, al verme tan emocionado con los reptiles me dijo que no podía perdérmelo. Así que convencí al resto del grupo y modificamos el itinerario .LLegas en el minibús a un muelle casi abandonado, familiar y allí te montas en una pequeña barca que te lleva por el río, el agua es de color chocolate, con lo cual no se ve nada en ella, sin embargo en las orillas hay multitud de garzas, martinetes, ibis y espátulas.

En poco tras haber metido varias veces la gorra en el agua para aplacar el calor húmedo de la zona, aparecen los ojos verdes del primer cocodrilo americano, apenas a dos metros de mí.

El cocodrilo nos sigue hasta que doblamos en un meandro y entramos en el territorio de un cocodrilo más grande al que llaman Bin Ladem, el cual supera los 5 metros de longitud.




Pero aquí no temina mi asombro, el guia lleva la pequeña barca a la orilla y se mete en el agua para alimentarlo con un pequeño trozo de pollo. El cocodrilo podría engullirlo en un instante, su boca es mayor que el tronco y la cabeza del hombre.

















El guía volvió a la barca como si cualquier cosa y continuamos hacia la desembocadura en el Océano Pacífico donde observamos basiliscos en ramas cercanas, ibis, águilas pescadoras o espatulas.















domingo, 20 de junio de 2010

Costa Rica Cahuita

El Parque Nacional de Cahuita es pequeño, sólo tiene 1067 ha., pero rebosa vida, como casi en todo el país. En el itinerario entre la playa caribeña y la laguna salobre, ocultos entre la vegetación, poco a poco aparecían tucanes, martines pescadores y limícolas como el zarapito trinador o el willet, con la suerte de que como está prohibida la caza en toda Costa Rica, las aves soin más confiadas y pueden fotografiarse con sólo un 200 mm.







También los mamíferos son numerosos, pudimos observar las dos especies de perezosos, el mono aullador, el capuchino de carra blanca y distintas ardillas.





También la rana más pequeña que he visto en mi vida, está sobre el dedo meñique y es un ejemplar adulto. El pueblo de Cahuita tampoco tiene desperdicio, con sus cantinas donde la cerveza y los karaokes animan el ambiente.





Anfibios de Costa Rica

Es increible el trato tan distinto que provocan los diferentes seres vivos en las personas. En Costa Rica, nos llevan 20 años de adelanto (si no más), para ello sólo hay que ver como tratan a los anfibios allí, y más en la hostelería. Conscientes de que su mayor riqueza es la BIODIVERSIDAD, auténtico motor del turismo, que no falla y crece año tras año y no está sujeto a las modas. En los jardines de los hoteles preparan charcas artificiales para favorecer el desarrollo de las puestas de anfibios (casi igual que en los hoteles de aquí).



Una de las ranas más atractivas es la rana arborícola calzonuda o de ojos rojos, hace sus puestas en hojas que cuelgan sobre charcas o riachuelos (para que no se los coman los peces) y, cuando están formados los renacuajos caen sobre el agua.


Muchas veces la puesta está en un lugar inapropiado por haberse secado la charca o desviado la corriente, entonces en el hotel tienen a una persona encargada de buscar esas puestas que se malograrían y las traslada hasta los acuarios colocados en los jardines, donde completan su metamorfosis sin problemas.





A los turistas se les explica con exquisita profesionalidad todo el proceso, no se deja tocar a las ranas con la mano (para evitar contaminarlas con nuestras bacterias o los jabones y cremas que llevamos encima), y tampoco la fotografía con flash. Merece la pena aprender de este país, ¿alguien se imagina una cosa igual en un hotel, Hospedería o Parador de Extremadura? por poner un ejemplo cercano, en la Hospedería de Monfragüe que está dentro de un parque Nacional y reserva de la Biosfea sería maravilloso ver estas cosas, o también en los centros de interpretación de los Espacios Naturales.



Volcán Arenal Costa Rica



Costa Rica tiene varios volcanes activos y resulta un atractivo ver como lanza enormes piedras a través de su cráter mientras las fumarolas se elevan al cielo. En su entorno tanto la catarate de Fortuna como el itinerario que te acerca al Volcán merecen recorrerse. En ello descubrí algunos tucanes, agutíes, monos aulladores, chochines o diversas rapaces como el gavilán chapulinero o el elanio tijereta.

Costa Rica Monteverde

El bosque nuboso de Monteverde con sus pasarelas colgantes, desde las que observar los pisos de vegetación más elevados de la selva y su fauna sin molestarla, merece una mención especial.
El primer invitado es el momot, un ave muy vistosa y sumamente confiada.




En Santa Elena, la iniciativa privada ofrece un excelente jardín para ver orquídeas, un ranario y un mariposario entre otras cosas. En la reserva biológica existe además un jardín para observar colibríes, otra cosa es fotografiarlos, su veliocidad y la falta de luz en el bosque nuboso lo hacen difícil.
Esta especie no la conozco, si alguien me lo puede identificar, sería bien recibido.



El personal del parque coloca agua azucarada en estas flores simuladas, para garantizar la presencia de colibríes a todas horas.




Nos alojamos en el pueblo tico de Santa Elena.





Aquí, además de muchos anfibios, existe un mariposario donde observar distintas especies de mariposas en sus distintos estadíos. Es asombroso el mimo con que atienden los costarricenses a estas delicadas maravillas aladas, lo que nos queda por aprender aquí, y eso que vamos de primer mundo (será en el futbol).


Manuel Antonio, Costa Rica

Nuestra última estancia fue entre Quepos y el Parque Nacional de Manuel Antonio, en concreto en el Hotel Parador, aunque esté mal dar publicidad gratuita, me encantó este sitio, en una península dentro de la selva rodeado del océano Pacífico.



Aquí las aves, como los mosqueteros, caracarás, caciques... podían verse desde la misma piscina del hotel.

Este mosquetero está fotografiado en una rama que colgaba sobre la piscina, tuve que avisar a los otros bañistas de que no me salpicaran mientras me acercaba con mi cámara dentro del agua.




















Esta iguana mide aproximadamente un metro de longitud, tiene su apostadero en la misma entrada de mi habitación, un macetero donde se solea muy agusto, al principio se marchaba cada vez que yo llegaba pero con el tiempo, aprendió a tolerarme y a dejarse fotografiar desde la hamaca en donde la esperaba con cámara en mano.


Otra cosa son los mamíferos, auténticos descarados en Costa Rica. Los coatíes, mapaches, y hasta el escaso mono ardilla, podían verse en los senderos privados que desde el hotel bajaban hasta la playa, incluso en la misma recepción del hotel, los mapaches entraban al caer la noche.







En la playa del Parque Nacional de Manuel Antonio, teníamos que tener especial cuidado con las mochilas, pues los mapaches se las llevan a la selva y allí tranquilamente las abren.















sábado, 19 de junio de 2010

Culebra de cogulla (Macroprotodon brevis)


Los reptiles nunca nos dejan indiferentes, provocan reacciones distintas dependiendo de la persona y sus vivencias. En este caso se trata de una culebra de cogulla (Macroprotodon brevis)), que divisó Ana Cordero durante un paseo juntos por Mayorga, en las cercanías de La Rocita. Es muy pequeña, y suele aparecer en días nublados, con luz mortecina. Para la fotografía utilicé una cámara compacta, mi maravillosa Nikon coolpix, hace unos macros estupendos y no resulta muy cara. Para el tratamiento en Blanco y Negro me inspiré en los consejos de Víctor Pizarro, verdadero experto en esta modalidad, creo que la foto gana respecto al color, ya me direis

viernes, 18 de junio de 2010


Aquí está uno de los pinos más grandes de la provincia de Badajoz, de su importancia me convenció mi buen amigo Enrique Balbuena, su copa está intacta, sin podas, conservando su porte natural, cobija a numerosas especies de aves. En invierno el búho chico se concentra bajo sus ramas constituyendo un dormidero numeroso. Hemos solicitado su inclusión en el Catálogo de "Árboles Singulares de Extremadura", para garantizar su conservación. Desgraciadamente, desde la junta de Extremadura no nos han hecho ningún caso a pesar de avalar la propuesta con más de 200 firmas

En todo este territorio además de las aves, existe una vegetación interesante, los suelos arenosos se mezclan con los arcillosos y en algunos casos con calizas, ello favorece la aparición de orquídeas, como ocurre en la Cañada de Sancha Brava, en el límite del pinar con los cultivos. Existen muchas especies, Anacamptis morio, Ophys lutea, O. speculun... pero una de las más curiosas es la Orchis itálica o flor del hombre desnudo, si miramos con detalle su labelo observaremos una cabeza, dos brazos, dos piernas y "el detalle masculino"

Pinar de Badajoz. Extremadura, Spain


Esa primera imagen corresponde al pinar de los llanos de la Albuera y Valverde, situado al sur de la ciudad de Badajoz a apenas 15 km. Aquí comencé mis primeras andanzas en el campo ayudado por mi bicicleta y mis super zenit en los años 80 descubriendo sus secretos. Es el pinar con ejemplares mayores de la provincia de Badajoz y alberga importantes poblaciones de rapaces forestales como cárabos, búhos chicos, milanos reales o águilas calzadas por citar sólo unas pocas especies. La construcción ilegal, la agricultura intensiva y otros intereses particulares están acabando con los ejemplares más longevos sin que se contemple el renuevo de pinos jóvenes. Sería muy fácil conservarlo puesto que existen fincas de titularidad pública como La Cocosa (Diputación de Badajoz), el Cedeño o las Arenosas (Ayuntamiento de Badajoz)

Diario de un Enfoque

Diario de un Enfoque es una muestra de aquellos momento que desde la cámara quedan recogidos en mi retina y en mis recuerdos, y que quiero compartir con vosotros. Muchos de ellos tienen una significación especial por la magia del momento o por que tengo la certeza de que no volverán a repetirse. Espero que al menos alguien los comparta conmigo y disfrute de muchas de mis visiones o que lleven a una reflexión que nos haga cambiar las cosas que deben cambiarse
Juan Pablo Prieto

Esa primera imagen corresponde al pinar de los llanos de la Albuera y Valverde, situado al sur de la ciudad de Badajoz a apenas 15 km. Aquí comencé mis primeras andanzas en el campo ayudado por mi bicicleta y mis super zenit en los años 80 descubriendo sus secretos. Es el pinar con ejemplares mayores de la provincia de Badajoz y alberga importantes poblaciones de rapaces forestales como cárabos, búhos chicos, milanos reales o águilas calzadas por citar sólo unas pocas especies. La construcción ilegal, la agricultura intensiva y otros intereses particulares están acabando con los ejemplares más longevos sin que se contemple el renuevo de pinos jóvenes. Sería muy fácil conservarlo puesto que existen fincas de titularidad pública como La Cocosa (Dipuración de Badajoz), el Cedeño o las Arenosas (Ayuntamiento de Badajoz)

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