Esta foto corresponde a una Ranita de San Antonio (Hyla arborea), quizás el anfibio más bello de la Península Ibérica (según gustos). Lo cierto es que existe una rana muy parecida, la ranita meridional de la que se distingue por la banda oscura que recorre su cuerpo lateralmente desde el hocico a la ingle en la Ranita de San Antonio, que sólo llega hasta el hombro en la Ranita Meridional. Otra distinción es su distribución, la ranita de San Antonio es más norteña que la Meridional (como su nombre indica, más sureña) aunque en Extremadura se solapan (incluso hibridándose) los territorios de las dos especies. Es difícil detectar su presencia, debido a sus tonos miméticos con la vegetación acuática. Sin embargo el canto es muy característico. Godfried Screur, uno de los mejores naturalistas con que contamos en Extremadura, me enseñó a distinguir las dos especies por el canto, mientras la Ranita Meridional emite un crueck, pausado y distanciado entre canto y canto, la Ranita de San Antonio emite un crueck, crueck, crueck… seguido y muy repetitivo. Este conocimiento me llevó a detectarla en un cañizal de la circunvalación de Villanueva de la Serena junto al canal. Traté de divisar algún ejemplar durante nuches cálidas y lluviosas, en la mencionada zona donde escuché su canto, en transectos durante abril y mayo. Bien, al fin conseguí esta foto, fue tomada en el mencionado cañizal de forma casual, al descubrir dos ejemplares mientras fotografiaba libélulas en el mes de julio.
