domingo, 27 de febrero de 2011

Geranio de roca (Erodium mouretii). Extremadura. Spain


Erodium moureti en la Sierra de San Serván
25 febrero 2011

Ya está empezando la floración del Erodium mouretii, la más temprana suele corresponder a las solanas, en concreto la foto primera corresponde a la solana de la Sierra de San Serván. Este diminuto y bello geranio está catalogado como Vulnerable en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura, su distribución es toda una incógnita que ha llevado a largos estudios por botánicos de la talla de José Luís Pérez Chiscano o Miguel Ladero.

Erodium mouretii en la Sierra de La Zarza (Badajoz)

16 marzo 2010

Aparece en las sierras centrales de Badajoz, entre los 400 y los 800 m. Se especula que pudieran haber sido portadas sus semillas en una partida de cabras desde Marruecos a Hornachos y desde aquí, comenzar su expansión. También se ha descubierto recientemente una población en Sierra de San Pedro (D. Ribera), y aparece también en el norte de Huelva. Alberto Gil introduce un excelente comentario en su blog de Fotonatura que podéis consultar (www.fotonatura.org/galerias/general/195455/). Casi siempre aparece en lo alto de los riscos, en pequeñas repisas que lo hacen casi inaccesible para la fotografía de calidad, puesto que es complicado montar trípodes o flashes en estos lugares, que además suelen estar azotados por fuertes vientos, con lo cual, una buena toma es complicada.


Durante la subida a la búsqueda del geranio, la sierra ofrece otros atractivos recursos, en esta jornada, una pareja de águilas reales realizaba su cortejo mientras, un petirrojo "ratoneaba" confiado entre las rocas cercanas. En muchas repisas aparecen egagrópilas y plumas de búho real, y su canto acompañado de su silueta recortada nos despidió al caer la tarde.







El abrigo de "Las Hogueras" nos muestra unas de las mejores pinturas rupestres que he encontrado en Extremadura, es muy curioso como en sitios remotos convergen pinturas semejantes en trazos, colores y tamaños (soles, hombres, animales...), quizás el pintar con los dedos aquello que tenían cerca, llevó a una convergencia de artistas.



Esta pintura parece ser un enterramiento, donde el finado estaría en el interior de un cajón a modo de ataud.










Los trazos horizontales con otros verticales más cortos, suelen corresponder a animales, aunque saber de cuales se trata es más complicado ¿si os apetece probar a adivinar?

jueves, 10 de febrero de 2011

Algo más que una afición


Agujas colinegras en Vegas Altas del Guadiana, Febrero 2010

Como recogen las palabras de David Attenborough "Cuando el naturalista se enamora de la Naturaleza, ya nunca tendrá suficiente", recogidas en el comienzo del la Bitácora de Humboldt, un blog que sigo asiduamente y que me aporta mucho.

Lavandera blanca, o chirivita una de mis primeras observaciones

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Todos tenemos un inicio, en mi caso fue la observación de las aves y, en concreto, las lavanderas y mosquiteros que llegaban "al Llano", un descampado a las afueras y cercano a mi casa, donde hoy se asienta el instituto Bárbara de Braganza en Badajoz. Tuve la suerte de tener amigos cerca como Joaquín Mazón y Manolo Flores, con quien descubrir y compartir esa experiencia, cuando todavía apenas podía moverme en bicicleta y mi radio de acción se alejaba de mi domicilio apenas 10 km. Entonces caminábamos hasta El Tomillar a través de un olivar donde escuchábamos el canto del mochuelo y cogíamos las primeras "frezas" de sapo corredor.

Mis primeros CUADERNOS DE CAMPO

Un maestro a quien nunca podré agradecérselo suficientemente, fue Antonio Gutiérrez y la inseparable " Piscis", donde cuidábamos animales accidentados pagando su comida y medicinas de nuestro bolsillo, ese fue el primer punto de convergencia entre niños que más tarde serían los grandes naturalistas de la Extremadura de hoy.

Con la llegada del coche (gracias a Domingo Rivera y su seat 124 azul), la distancia, los hábitat y las especies se multiplicaron en poco tiempo y, también las aficiones. Por fin llegamos a la Sierra de San Pedro y El Saltillo parecía el lugar más remoto de la tierra, con sus perdiceras, alimoches y venados. Comencé a fijarme en los anfibios, los reptiles, las orquídeas o las arañas (a esto contribuyó Joaquín Dávalos que además fue el primero de nosotros en tener cámara fotográfica, una Yashica FX3) y así, el abanico se extendía cada fin de semana.



El Saltillo a tinta, ahora resulta que se llama Rivera de Sansustre




Llegaba un momento en que los cuadernos de campo tardaban poco en acabarse. Junto con el cuaderno de campo crecía mi colección de plumas, cráneos, láminas y diapositivas (una pena que hoy apenas disponga de sitio para conservarlas bien), testigo inigualable de múltiples vivencias.


Colección de plumas

Las esperas en la Sierra de San Pedro durmiendo al raso, eran lo mejor que podíamos tener y la subida al Torrico con Manolo la repetiríamos todos los años en berrea, aquí observamos nuestra primera "imperial" , una mañana de niebla calados hasta los huesos.

Acuarelas actuales para acompañar mis cuadernos de campo

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Desde entonces hasta ahora nuestra afición no sólo no ha mermado, si no que se ha convertido en una forma de vida. Las vacaciones y los días libres son para salir al campo, conocer nuevos lugares y compartir con aquellos que estamos llamados a converger en el mismo punto de manera irremediable.



Observando gansos en Casas de Hitos
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