Libellula quadrimaculata

Libellula quadrimaculata macho
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Muchas veces en la naturaleza la belleza pasa discreta, nos pide que nos detengamos y recabemos en aquello que se posa ante nuestros ojos. Algo así me pasó con esta especie de libélula (Libellula quadrimaculata). Venía de fotografiar los metálicos azules de los Calopteryx y para más inri había una enorme Anax imperator patrullando en claro del riachuelo donde la vegetación acuática se espaciaba.

Calopteryx xhantostoma

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El Anax imperator el mayor de los odonatos extremeños, es como un gran helicóptero "Apache", que patrulla su territorio alimentándose de invertebrados voladores, incluso de otras libélulas, por lo tanto el macho de Libellula quadrimaculata que intentaba fotografiar estaba inquieto, intranquilo, pendiente tanto de defender su territorio de otro macho cercano que irrumpía de vez en cuando, como de esquivar los vuelos "de caza" del Anax imperator. Tras un rato observando desde la orilla y localizar un "posadero", me descalcé y "arremangué", y procedí a meterme en el agua con todos los "bártulos" (trípode, cámara, objetivos...). Durante largos minutos permanecí inmóvil, en silencio, tratando de escudriñar los rincones para descubrir a todos los habitantes, y sus relaciones, en este pequeño claro de vegetación, en las orillas de un arroyo mitad portugués y mitad español. Apareció el galápago europeo, el carricero común, la oropéndola... y el ruiseñor. De cuando en cuando volvía el Anax imperator "de patrulla", y la Libellula no aparecía. Tras 23 minutos apareció rauda y nerviosa, sin detenerse en su percha, parecía que sólo venía a estudiarme.

Libellula quadrimaculata, vista frontal

Tras largos minutos de pasadas y pasadas de largo, por fin se posó en su atalaya. Cuando miré a través del objetivo, el corazón comenzó a lanzar borbotones intensivos que recorrían todas mis arterias. Esta especie "discreta" mientras vuela, es realmente bella cuando se observa con detenimiento, su grueso abdomen que parecía pardo, se completa con unas manchas laterales amarillas bordeadas de negro, que la hacen destacar a medida que se estrecha hacia el final. Por fin pude fotografiarlo, en una zona donde no existen hasta hoy datos de esta especie. Espero que os guste y disfrutéis de su observación tanto como yo, y no haberos aburrido con mis pensamientos en voz alta.

Libellula quadrimaculata, vista lateral

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