Pincha en la foto y la verás mejor
La
calma de la mañana mantenía el agua como un espejo, las luces se reflejaban
creando una atmósfera cálida, sólo faltaba un modelo... y allí apareció la
garza, esbelta, de movimientos suaves y elegantes, casi "orgullosa"
de sentirse retratada, a pesar de estar más pendiente de su trabajo oficial de
pescadora, que de un clic lejano que no la distraía. Me permitió esperar la
mejor composición, la mejor "pose" y un ratito de evasión desde el increible
palco, de este maravilloso escenario. Mereció la pena ¿o no?
Ella sabe como yo, que un ratito con Juanpa siempre merece la pena, ¿o no?
ResponderEliminarTranquilizadora imagen. Un fuerte abrazo.
Son unas fantásticas posadoras...cuando están tranquilas, pero también cuando saben que hay alguien dentro del chajurdo y comienzan a fijarse atentamente en el objetivo de la cámara y ese extraño sonido que sale de dentro. Hace unos días hice una serie de "cabezas de garza" en el azud, de un ejemplar que se arrimó más de la cuenta y que me hizo disfrutar un montón. Un abrazo y enhorabuena por la imagen!
ResponderEliminar